miércoles, 14 de febrero de 2007

ETA

TODOS LOS RESPONSABLES DE EXCARCELAR A UN MONSTRUO

La policía hizo su trabajo y los tribunales también. Pero el legislador no. No carguemos las culpas al Tribunal Supremo, quien ha fallado a los españoles ha sido el Parlamento.

Hace ya más de un año desde MD nos mostrábamos seguros de que las negociaciones de este gobierno iban a acabar poniendo en la calle a los etarras, incluidos los condenados por delitos de sangre. También adelantábamos que en vez de hacerlo claramente se iba a acudir a subterfugios judiciales y penitenciarios. No nos hemos equivocado.

Por supuesto que la causa directa de la excarcelación de De Juana Chaos está en la sentencia del Tribunal Supremo que no considera aplicable al asesino el art. 572 del C.P. que prevé una pena de entre 10 y 15 años “a los que perteneciendo a una banda terrorista amenazaran o coaccionaran a una persona”. Según el alto Tribunal las expresiones del sanguinario terrorista que señalaban a un magistrado de la Audiencia Nacional y varios funcionarios de prisiones no son amenazas terroristas.

Ahí queda la rueda de molino para quien quiera tragársela. Que serán muchos. Los mismos que se pasan por el arco del triunfo la Ley de Partidos para no aplicarla a Batasuna y familia, pero invocan ahora la legalidad arguyendo que el Tribunal Supremo, sin querer ser instrumento de venganza, se ha limitado a aplicar el ordenamiento jurídico, que según parece se alarga y encoge como la tripa de Jorge a gusto del consumidor.

Hay que tener mucha insolencia y ninguna ecuanimidad para hablar de venganza sobre un asesino de 25 personas, que no solo no se ha arrepentido de los asesinatos, sino que ha llegado al extremo inhumano de regocijarse en el dolor de los familiares de sus víctimas. El hecho de que quede en libertad con tan solo 18 años de cárcel, se mire por donde se quiera mirar, es un atentado contra el más elemental sentido de Justicia.

Pero los responsables de esta aberración no son solo los socialistas de Zapatero, empeñados hoy en hacer favores a ETA. Quienes ayer consintieron una legislación penal antiterrorista tan benigna como la española deben asumir su gran culpa, empezando por el tan idolatrado Adolfo Suárez.

Durante la transición los acomplejados políticos de la UCD, estuvieron prestos para prodigar gestos que hicieran olvidar su pasado franquista. El famoso “cambio de chaqueta” para demostrar que ellos habían sido demócratas de toda la vida y por tanto tenían derecho a seguir ocupando sus cargos con el nuevo régimen, -que es lo que les importaba- desembocó en numerosos despropósitos que hoy estamos pagando todos los españoles.

Uno de ellos es el benévolo trato penal a los terroristas. Los mismos políticos de centro-derecha que concedieron la amnistía general de 1977 y que derogaron la legislación penal militar por la que se enjuiciaba los delitos terroristas, se “olvidaron” de reformar un Código Penal, que no estaba pensado para combatir la atroz espiral de terror de ETA y el GRAPO que culminó en una década de plomo y sangre durante los 80. Tampoco el PSOE de Felipe González tocó esa legislación y tuvo que ser el PP de Aznar quien por fin se ocupó de endurecer las leyes antiterroristas y procurar que los asesinos cumpliesen íntegramente sus penas.

Pero la reforma llegaba demasiado tarde y la sociedad ya estaba indefensa ante los De Juana Chaos, que juzgados con la anterior legislación habían sido condenados a miles de años de cárcel, pero que solo cumplirían un par de decenas de años en prisión. La policía hizo su trabajo y los tribunales también. Pero el legislador no. No carguemos las culpas al Tribunal Supremo, quien ha fallado a los españoles ha sido el Parlamento.

MINUTO DIGITAL.

No hay comentarios: