lunes, 30 de abril de 2007

El presidente de ANV rinde homenaje a los terroristas muertos


El actual presidente de Acción Nacionalista Vasca (ANV), Kepa Bereziartua, considera a los etarras que mueren en enfrentamiento con las Fuerzas de Seguridad, o como consecuencia de sus propias bombas, «gudaris» (soldados), merecedores del reconocimiento del pueblo vasco.
Así consta al menos en un artículo que publicó en octubre de 2005, tres años después de abandonar Batasuna, en el periódico nacionalista «Deia». El dirigente de ANV mostraba su ilusión porque tres años antes habían colocado «un monumento» en el monte Arichulegui, de Oyarzun, en homenaje al «primer gudari del partido y de la izquierda abertzale, Txato Olabarri».
«Desde hacía tiempo -proseguía en su escrito- queríamos que en ese lugar hubiese algo en recuerdo y homenaje a nuestros gudaris, y a todos los gudaris que han dado su vida por la libertad de Euskal Herria». En este sentido, recordaba que en el monte de Arichulegi está el «Bosque de los Gudaris». «En él se celebra todos los años el «Gudari Eguna» (Día del soldado vasco), plantando un roble por cada militante caído desde Txabi Etxebarrieta». El citado Etxebarrieta es el primer etarra muerto en enfrentamiento con las Fuerzas de Seguridad. En concreto, falleció el 7 de junio de 1968 en un tiroteo que mantuvo con los agentes tras haber asesinado cerca de Tolosa al guardia civil de tráfico José Pardines, la primera víctima de la banda.
El monte de Arichulegui es elegido ahora por los terroristas y sus cómplices para homenajear a los etarras muertos. En opinión de Bereziartua, esos parajes de Arichulegui «tienen pues una especial significación para el conjunto de la izquierda abertzale. Desgraciadamente, el año pasado incontrolados-uniformados y de maniobras por Aiako Harria destruyeron el monolito. Una nueva acción de guerra sucia». «Los que tanto suelen cacarear con el respeto a una parte de las víctimas del conflicto -sentenciaba en su artículo el dirigente de ANV-, no abrieron la boca para denunciar esta agresión a la memoria de cientos de gudaris de izquierda abertzale asesinados por el fascismo».
Tenacidad
«Si algo nos caracteriza a los de ANV -añadía- es la tenacidad, máxime ante los que quieren destruir la memoria de nuestro pueblo. Tras el primer momento de indignación, decidimos reponer el monolito y eso es exactamente lo que vamos a hacer». Y como fecha eligió el 12 de octubre de aquel año, «día de la Hispanidad y día grande de los que destruyeron nuestro monolito». Según Bereziartua, con ese acto «Txato Olabarri y el resto de gudaris caídos por Euskal Herria volverán a tener su oroitarri, similar a la del monte Albertia», lugar éste donde cada año ANV celebra una concentración de sus escasos militantes.
«Estamos seguros que tanto la militancia de ANV como las gentes de izquierda abertzale de la zona sabrán dar respuesta a los desmanes de los incontrolados-uniformados, y arroparán este acto con su presencia. La memoria de Txato Olabarri y el resto de nuestros gudaris lo merece», concluía.

ABC.

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