
El terrorismo callejero en el País Vasco no cesó ni en la jornada de reflexión. Un total de cuatro actos de «kale borroka» se registraron en Guipúzcoa, Vizcaya, San Sebastián y Vitoria. Varias pintadas amenazantes en las que aparece el nombre del alcalde de Rentería (Guipúzcoa), Juan Carlos Merino (PSE/EE), aparecieron en la mañana de ayer en la puerta de su garaje. Según informó el Ayuntamiento de Rentería en un comunicado, en uno de los «mensajes intimidatorios» se tildaba de «fascista» al PSOE.
El propio Merino aseguró ayer que dichos actos vandálicos no lograrán que cese en su empeño de «hacer la convivencia y la tolerancia las señas de identidad» de este municipio guipuzcoano. El alcalde de Rentería reconoció que, «por mucho que te quieras blindar y mirar hacia otro lado», estos hechos «te afectan» y «crean inquietud en la familia», aunque aseguró que él trata de dedicarles «poco tiempo».
«Esperamos que sea un vestigio de algo que está en vías de desaparecer», agregó Merino, quien insistió en que hechos de este tipo «están reñidos con los hábitos democráticos, son especialmente estériles y únicamente sirven para desprestigiar a sus autores». El alcalde de la localidad guipuzcoana ha sido objeto de diferentes ataques de terrorismo callejero ya que, por ejemplo, en 2003, cuando era teniente de alcalde de Rentería, su vivienda fue atacada con tres «cócteles molotov».
En Santurce, Vizcaya, dos individuos fueron detenidos en la tarde de ayer por la Ertzaintza poco después de que fuesen cruzados varios contenedores de reciclaje de residuos urbanos en una calle de la localidad marinera. A los dos detenidos les imputaron un presunto delito de desórdenes públicos.
Horas antes, especialistas del Tedax desactivaron un artefacto que estaba dentro de una mochila y preparado para producir una deflagración en un cajero automático de Caja Navarra en el barrio pamplonés de La Milagrosa, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Navarra.
Las mismas fuentes no especificaron el contenido de la mochila y señalaron que en su interior había «diversos elementos preparados para deflagrar», que fueron desactivados por los Tedax sin que se produjeran daños de ningún tipo. La zona donde se encuentra el cajero fue acordonada durante la mañana para llevar a cabo las investigaciones del suceso.
Y en Oiartzun, Guipúzcoa, unos desconocidos atacaron en la madrugada de ayer con cócteles molotov dos cajeros automáticos, de las entidades Kutxa y La Caixa, que no sufrieron grandes daños. No se precisó la intervención de los bomberos .
LA RAZON.
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