
ETA tiene previsto atentar en cualquier punto de la geografía nacional. Las últimas operaciones antiterroristas realizadas en España y Francia han permitido obtener datos que lo avalan. Un miembro del «comando Urederra» (o «Donosti») había viajado a Andalucía «de vacaciones» y había realizado un completo «reportaje fotográfico» del aeropuerto de Almería -que como objetivo hubiese significado una T-5-. El último atentado perpetrado por la banda fue en el aeródromo de Barajas, el pasado 30 de diciembre.
En una reciente intervención contra ETA en Francia, los investigadores encontraron entre la documentación intervenida unos papeles que marcaban una serie de puntos de la provincia de Madrid que podían servir para establecer citas o realizar entregas de material, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.
Cuando la banda dispone de «comandos» estables dentro del territorio nacional les envía regularmente, por medio de «correos», instrucciones sobre la estrategia que han de seguir y los atentados que deben cometer, así como dinero y el material preciso para perpetrar las acciones criminales.
Arkaitz Agote, uno de los miembros del «Donosti», había aprovechado sus desplazamientos a Andalucía para «fijar» una serie de objetivos que fueron encontrados en la documentación que se le intervino. Además del aeropuerto de Almería, había recortes de prensa con fotografías y otros datos de cargos electos del PP y del PSOE de varias provincias de la comunidad.
El pasado mes de enero, fue detenido en la frontera con Francia de Cataluña el presunto etarra Iker Aguirre, que traía instrucciones, según declaró al Cuerpo Nacional de Policía, de viajar hasta Valencia con el fin de preparar atentados contra la Copa del América y, con posterioridad, contra objetivos turísticos. Este individuo traía un manual que había realizado durante el cursillo que recibió en Francia sobre la fabricación y activación de artefactos explosivos y las medidas de seguridad que debía guardar para no ser detectado.
Aguirre, según la hipótesis que se estableció en el momento de su arresto, era la «avanzadilla» de un «comando» que iba a entrar con posterioridad, una vez que Aguirre hubiera montado una mínima infraestructura para cometer los atentados. Sin embargo, el hecho de que llevara encima un manual tan completo ha hecho pensar a algunos expertos que se lo iba a entregar a etarras que ya estaban en España. Con posterioridad, tras la ruptura de la tregua, se ha sabido que Cataluña ya no es un territorio libre de atentados.
Andalucía, Madrid, Valencia o Cataluña. Cualquier punto del territorio nacional puede sufrir la acción criminal de ETA, que no ha desaprovechado el tiempo durante el alto el fuego. Mientras desde el Gobierno se transmitía a la opinión pública lo bien que iba el «proceso» y se atacaba al PP por no secundar la estrategia negociadora, los pistoleros seguían con sus actividades.
Estrategia equivocada
Las advertencias que se realizaban desde Francia o por algunos expertos o medios de comunicación españoles eran despreciadas y presentadas como fruto del escaso conocimiento que tenían sus autores de lo que «realmente» ocurría. Al final, se ha descubierto que, tras el «secretismo» del presidente no había ningún conejo que sacar de la chistera, sino una estrategia profundamente equivocada de la que Zapatero quiere culpar ahora a los que estaban acertados entonces, según las citadas fuentes.
LA RAZON
No hay comentarios:
Publicar un comentario