
Cuando los agentes de la Guardia Civil accedieron a los archivos informáticos del presunto etarra Arkaitz Agote, detenido el pasado mes de marzo en la operación de desarticulación del «comando Urederra» («Donosti»), confirmaron todas sus sospechas. ETA utilizaba el alto el fuego que había decretado un año antes para preparar asesinatos y lo hacía de una manera minuciosa, con una «sofisticación» desconocida hasta entonces pero con la maldad sanguinaria de siempre.
El papel que estaba delante de sus ojos contenía un detallado plan para asesinar a un agente del Cuerpo Nacional de Policía que frecuentaba el bar Beartzana, situado en el número 5 de la Plaza Easo de San Sebastián. «Nuestro pájaro es madero y durante la semana, entre las 21.00 y las 22.00 horas, va a este bar. Mide 1,80 aproximadamente y tiene más de 50 años. Es bastante delgado y no lleva pipa encima, al menos no se le nota. Tiene la cara picada, bastante moreno y la nariz grande. Tiene la cara alargada y estrecha (...). El pelo lo tiene grisáceo-blanco, con raya en medio y bastante abultado. En ocasiones lleva una camiseta-polo beige, metida en los pantalones y los pantalones beige. Pide Veterano con Coca Cola, con mucho hielo y en vaso de sidra. Se sienta en una silla que hemos marcado de rojo y pasa hora y media con su pote. Normalmente se sienta mirando la entrada/salida, siempre sentado en una banqueta de madera». A continuación, se explicaban hasta tres alternativas para asesinarle, que se reproducen en esta misma página.
El terrorista detallaba, asimismo, los días en que habían vigilado al agente: en pleno alto el fuego y cuando las negociaciones entre el Gobierno y ETA estaban en su mejor momento, a mediados del año pasado. «Ha estado en la taberna» y señalaban las fechas: 22 de junio (el día anterior, ETA había hecho público un comunicado en el que reafirmaba la vigencia de la tregua); 5 de julio (el PSE preparaba su reunión pública con Batasuna y confiaba en que la coalición proetarra estuviera legalizada en verano); 12 de julio (la izquierda abertzale hacía ver que valoraba positivamente el anuncio que había hecho el presidente del Gobierno sobre el inicio de las negociaciones con ETA); 7 de agosto (se conocía que el PSOE intentó sin éxito que el Vaticano mediara entre el Ejecutivo y la banda); 29 de agosto (el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, aconsejaba a Zapatero que acelerara el acercamiento de presos) y el 5 de septiembre. No le había visto el 30 de agosto y el 18 de septiembre.
El plan más avanzado
Al «comando» ya no le hacían falta más vigilancias. Prepararon la información, realizaron el plano, que se reproduce en estas misma páginas y lo enviaron a los cabecillas en Francia. Todo estaba dispuesto para asesinar al agente.
No era el único crimen que el «comando» había planeado pero sí el que estaba más preparado.
LA RAZON.
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