El recrudecimiento del terrorismo callejero, que tuvo una especial incidencia durante la noche del lunes, y que se cree que va a continuar durante las próximas semanas, en que se celebran fiestas en numerosas poblaciones del País Vasco y Navarra, responde a una estrategia que ETA ya ha desarrollado a lo largo de su siniestra historia. Se trata de paliar la falta de atentados por este otro tipo de acciones criminales que causan temor entre la población y contribuyen a mantener el clima de violencia y desasosiego.
Fuentes antiterroristas consultadas por LA RAZÓN han señalado que el aumento de la llamada «kale borroka» obedece a órdenes directas de los cabecillas de ETA por más que en los comunicados de la banda intenten presentar esta actividad criminal como una «reacción popular» ante la supuesta represión que sufre el pueblo.
ETA ha combinado siempre los atentados con el terrorismo callejero dentro de su estrategia de desestabilización de la sociedad. En épocas en que no ha podido (eficacia policial) o no ha querido (treguas) perpetrar acciones criminales directas, ha intensificado la «kale borroka». Las operaciones policiales desarrolladas contra la banda desde el final del alto el fuego transmiten a la población una imagen de ineficacia de ETA que los terroristas tratan de enmascarar con el vandalismo callejero. No obstante, las fuentes subrayan que la banda va a tratar de cometer atentados y que no se descarta que intente una «acción espectacular».
Grupos proetarras cometieron durante la noche del lunes al martes una serie de once atentados. La localidad vizcaína de Amorebieta fue la más castigada, ya que fueron atacadas siete sucursales bancarias y el juzgado de Paz. Los episodios de «kale borroka» se extendieron también a San Sebastián, Vitoria y Navarra. Las acciones criminales perpetradas en Amorebieta ocurrieron alrededor de las once de la noche. Los proetarras lanzaron artefactos incendiarios contra sedes de los bancos BBVA, Popular, Pastor, Santander y Guipuzcoano, así como dos cajeros automáticos de la BBK. Minutos antes, habían cruzado e incendiado varios contenedores en plena vía pública. Poco más tarde, sobre las 23:30, se produjo otro ataque de similares características en San Sebastián contra el batzoki (sede del PNV) de la calle Hernani. En ese momento, cientos de personas se encontraban en las proximidades para presenciar los fuegos artificiales de las fiestas.
Además, Renfe suspendió seis horas el tráfico ferroviario en la vía Tudela-Castejón-Pamplona tras un sabotaje en una catenaria. Los daños han sido valorados en unos 36.000 euros. Además, un vehículo del Ayuntamiento de Vitoria fue quemado en la calle Iturritxu.
Por otro lado, el juez Juan del Olmo decretó ayer el ingreso en prisión de Igor Maiora, detenido el lunes por quemar un cajero el 19 de mayo.
Las pistolas de ETA
Por otro lado, dos de las tres pistolas automáticas encontradas en el arsenal de ETA descubierto el lunes en un garaje de Biarritz pertenecen a las 300 que miembros de la banda terrorista robaron a mano armada en una armería de Vauvert en octubre de 2006, informaron fuentes cercanas a la investigación. La otra pistola «es un arma modelo Hertsal que cuenta con una inscripción del logo de la organización terrorista».
LA RAZON
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