"La solución está en nuestras manos. ¡Ikurriña sí, española no!". Éste era el lema de una concentración en homenaje a la ikurriña y contra la bandera de España que se ha celebrado este miércoles frente al Ayuntamiento de San Sebastián bajo la atenta mirada de la Ertzaintza, que tenía orden de intervenir si se produce algún delito de enaltecimiento del terrorismo.
La convocatoria ha sido secundada por unas 300 personas que coreaban en vasco el lema de la concentración.
Entre los participantes en la misma se encontraba el miembro de la Mesa Nacional de Batasuna Joseba Alvarez, el ex concejal de la plataforma ilegalizada Baga Boga, Josetxo Ibazeta, el histórico dirigente abertzale José Luis Álvarez Enparantza 'Txillardegi', y el delegado de LAB Joxean Urkiola.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, a instancias de la fiscal María José Checa, dictó ayer un auto en el que pide a la policía autónoma vasca que se mantenga vigilante ante cualquier acto delictivo que pudiera producirse durante la concentración y que le informe en el caso de que se encuadre en el conjunto de actividades de la organización terrorista ETA.
El magistrado ha solicitado también, igualmente a instancias de la Fiscalía, que la Policía Autónoma vasca le informe de la existencia de indicios, si los hubiera, de que la organización o el desarrollo de este acto pudiera estar impulsado o dirigido por ETA o pudiera ser utilizado por "elementos afines" a la banda terrorista.
Fuentes jurídicas explicaron que los "ultrajes" a los símbolos del Estado no son competencia de la Audiencia Nacional, sino del juzgado donde se cometan.
Por tanto, este tribunal sólo podría actuar si en el transcurso del acto se produjera un delito de enaltecimiento del terrorismo o estuviera convocado por personas vinculadas al entorno de ETA o Batasuna, organización que fue declarada ilegal por el Tribunal Supremo el 17 de marzo de 2003.
El entorno de la ilegalizada Batasuna también ha convocado para el próximo viernes en San Sebastián un acto de homenaje a los tres terroristas de ETA que fallecieron en el barrio de Morlans en 1991 tras mantener un tiroteo con agentes de la Guardia Civil.
EFE.
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