miércoles, 31 de enero de 2007

LAS RAZONES PARA PEDIR LO QUE LA AUDIENCIA NACIONAL HA PEDIDO

(Libertad Digital) El informe sobre los explosivos es uno de los documentos más solicitados por los investigadores que conocen en profundidad el sumario instruido por el juez Del Olmo. Resulta necesario hacer hincapié en que, tres años después de la masacre, no se sabe qué tipo de explosivo causó las 192 muertes y los miles de heridos y que los únicos análisis desarrollados se refieren a pruebas que no causaron víctimas, que ni siquiera estallaron. Se trata de la mochila de Vallecas y la furgoneta Kangoo de Alcalá.

Sobre estos ejes descansó la versión oficial que daba por sentado el uso de Goma 2-ECO y la autoría islamista de los atentados. El episodio de la bomba incompleta en las vías del AVE –faltaba el iniciador y no estaba conectada– y la explosión del piso de Leganés también llevaban el sello explosivo de la Goma 2- ECO. Lo defendieron y lo defienden desde el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba hasta la fiscal Olga Sánchez pasando por el propio juez Del Olmo. Pero siempre ha faltado el informe realizado en los focos de explosión, es decir, de los explosivos que mataron a esas 192 personas.

MOCHILA DE VALLECAS. De forma muy resumida, tales pruebas que sustentan la versión oficial son tan débiles como irregulares. Respecto a la mochila, no hay forma de saber dónde fue encontrada y cuál fue su recorrido hasta llegar a la comisaría de Puente de Vallecas. Contenía un teléfono, el famoso Trium T-110 que, como demostró Libertad Digital, no necesitaba una tarjeta para activar la alarma que, en teoría, iniciaría la explosión. Sobre el explosivo que contenía y su desactivación en el Parque Azorín tampoco ha habido sino dudas e irregularidades. Tanto en el diario El Mundo como en Libertad Digital informamos de muchas de ellas.
La ocultación al juez durante meses de una radiografía realizada a la mochila antes de su desactivación.
A la Policía no se permitió fotografiar la mochila y se le requisó el carrete de las instantáneas realizadas.
El artefacto presentaba unos cables sueltos que hacían imposible la explosión.
Contenía gran cantidad de metralla, que no se ha hallado en los cuerpos.
La corriente que ofrecía el vibrador del teléfono no garantizaba el correcto funcionamiento de la bomba.
Hubo una mochila gemela en poder del juez que no era la original porque esa la tenían los TEDAX.
Sánchez Manzano le dijo al juez que no se puede saber por qué no explotó.
LA FURGONETA DE ALCALÁ. Respecto a la furgoneta Kangoo encontrada en Alcalá de Henares y sin entrar en los detalles novelescos de su hallazgo, habrá que concretar varios puntos que a estas alturas tampoco se sostienen. Muchos de ellos, lo único que confirman es su relación con las otras irregularidades de la mochila.
La fotografía adjuntada al juez sobre el resto explosivo hallado en la furgoneta es la misma que la que se aportó como contenido de la mochila de Vallecas. Hay que aclarar que el resto de explosivo, si lo había, era del tamaño de una moneda mientras que el encontrado en la mochila pasaba de la decena de kilos.
El resto de explosivo no es detectado por los perros que entran de cuerpo entero en el interior del vehículo.
La furgoneta llega al complejo policial de Canillas más de una hora antes de lo que dice el informe de inspección ocular.
Los objetos aparecidos, según la segunda inspección, no estaban cuando se halló la furgoneta.
Según Sánchez Manzano, en la Kangoo hay restos de metenamina que no son hallados en la mochila de Vallecas pero que sí los contiene la muestra patrón.

Pruebas testificales con tres etarras

La segunda petición para el juicio que ya ha adelantado la Audiencia Nacional es una testifical. Llamarán a declarar en calidad de testigos a tres etarras: Henri Parot, Izkur Badillo y Gorka Vidal, estos dos últimos detenidos cuando trasladaban a Madrid la conocida como caravana de la muerte.

HENRI PAROT. Su nombre apareció en muchas informaciones relativas al 11-M. La más importante de ellas, publicada por El Mundo, desvelaba que el nombre y teléfono de este etarra así como la fórmula de la cloratita aparecieron escritos en un papel en el bolsillo de Abdelkrim Benesmail tras un registro de su celda. Benesmail no era otro que la mano derecha de Allekema Lamari, uno de los terroristas que, según el sumario, murieron en el piso de Leganés. Pero la personalidad de este etarra que tendrá que testificar arroja otros datos que quizá se esclarezcan con su declaración.



Destaca entre ellos una carta en la que firmaba con su apodo Unai –el mismo por el que le conocía Benesmail– y en la que pedía a la dirección etarra acciones más contundentes como volar la Audiencia Nacional y usar explosivos de tipo militar.

IZKUR BADILLO, GORKA VIDAL Y EL CORREDOR DEL HENARES. La furgoneta interceptada en Cañaveras (Cuenca) que los etarras pretendían llevar a Madrid con 500 kilos de explosivo –cloratita reforzada con dinamita– tenía como destino el corredor del Henares. Al menos eso se desprende del mapa incautado a los terroristas y que el ministro del Interior encontró encima de su mesa en la mañana del 11-M como parte de un informe. No había que esforzarse mucho en comprobar la coincidencia entre el origen de los trenes que estallaron en Madrid y la zona que los etarras tenían marcada como presunto objetivo.

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