jueves, 15 de febrero de 2007

TERRORISTAS

La fotografía de De Juana fue tomada con una cámara de cartón

Una cámara de cartón de usar y tirar. Ése fue el artilugio empleado, según apuntan fuentes de la Policía, para tomar la fotografía del etarra Iñaki de Juana Chaos en el módulo de custodia del Hospital Doce de Octubre de Madrid, en el que permanece ingresado a consecuencia de la huelga de hambre que mantiene desde hace 98 días y que fue publicada por «The Times» .
La orden verbal dada a los agentes que custodian al etarra en el hospital de no realizar cacheos integrales tanto a su novia como a los últimos visitantes que fueron a verle habría facilitado la introducción de la citada cámara. Según los consultados, los materiales con los que están fabricadas estos aparatos, cartón y plástico, las hacen indetectables a la «raqueta manual» y sólo un cacheo exhaustivo habría detectado su presencia.
Ahora, la introducción de un aparato similar sería prácticamente imposible. Según explicaron los consultados, tras el incidente, una agente está de manera permanente desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde para practicar cacheos tanto a la novia de De Juana -a la que algunas fuentes sitúan como la autora de la fotografía, extremo aún no confirmado- como a todas aquellas mujeres que pretendan visitarle. Por la noche, un vehículo policial con otra agente permanece en las inmediaciones del hospital por si fuese necesario realizar registros similares.
Denuncia de la UFP
En los últimos días, tanto el Sindicato Unificado de Policía (SUP), como la Confederación Española de Policía (CEP), han denunciado diversas deficiencias en el sistema de seguridad de este módulo. Sin embargo, no se trata de algo nuevo. El 18 de mayo del año pasado, la Unión Federal de Policía (UFP) ya presentó un escrito en el Consejo de la Policía en el que señalaba que las alarmas perimetrales del módulo no funcionaban, que la puerta de la habitación tenía una ventanuco de cristal que los reclusos habían roto reiteradamente y que no había una línea telefónica propia que los agentes pudieran utilizar en caso de emergencia. En su respuesta, la dirección del cuerpo se limitó a descargar las responsabilidades sobre Instituciones Penitenciarias, a quien atribuye el mantenimiento del módulo. Pero no explicaba las deficiencias en las alarmas que, según la UFP, no han sido todavía subsanadas.

LA RAZON

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