viernes, 2 de marzo de 2007

«Sus lloros son nuestras sonrisas»

De Juana nunca ha pedido perdón por sus decenas de asesinatos - «Con este atentado ya he comido para todo el mes, ¡perfecto!», afirmó tras la muerte de Alberto Jiménez-Becerril

Orgulloso. Así se siente De Juana de su militancia en ETA y de lo que ha hecho como tal. Nunca ha sentido arrepentimiento por los brutales atentados que perpetró o planificó.
- Entrevista en «The Times». En la entrevista concedida al rotativo británico, De Juana no sólo apuesta por el diálogo para resolver «el «conflicto». Una vez más, deja bien sentado que no se arrepiente de nada. «¿Puedes echar la culpa a una mujer violada de las acciones del violador? ¿Puedes echar la culpa al reprimido de las acciones del represor?», se preguntó.
- Asesinato de Becerril. Unos días después de que ETA matara al concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y a su esposa en 1998, De Juana escribió la que tal vez sea la más brutal de sus declaraciones. «Me estoy tragando todas las noticias de la “ekinza” -atentado- de Sevilla. Me encanta ver las caras desencajadas que tienen. Con esta “ekinza” ya he comido yo para un mes. ¡Perfecto! Ahora están empezando a reconocer el sufrimiento que desde hace décadas vienen repartiendo entre los presos. En la cárcel, sus lloros son nuestras sonrisas y terminaremos a carcajada limpia», auguraba.
- Artículo en «Gara». En un artículo publicado en el diario abertzale en diciembre de 2004 titulado «El Escudo», afirmaba que «como todo poder totalitario, fascista o neofascista, el Gobierno del PSOE, como su predecesor y los anteriores, se ve en la necesidad de reescribir permanentemente la historia; de manipular y mentir creando buenos y malos a conveniencia, superando con mucho los límites de la conocida ficción orwelliana. Y ello como estrategia de guerra con el único y declarado objetivo de nuestra asimilación».
- Críticas a Mercedes Gallizo. En otro escrito también publicado en el mismo diario el 30 de diciembre, De Juana arremetía contra la directora de Prisiones, Mercedes Gallizo, y afirmaba que «Las expectativas no se han cumplido. O a lo mejor me equivoco y los torturadores son capaces de luchar contra la tortura. Experiencia no les falta. Y entonces, incluso yo sería capaz de imaginarme a la señora Gallizo de otra manera de la que es».

LA RAZON.

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