
La bronca entre el Gobierno y la oposición a cuenta de la lucha antiterrorista es infinita. Si se cierra un frente, inmediatamente se abre otro. Y en ocasiones, ni siquiera hace falta que una polémica se extinga para que surja otra. Cuando la atención parecía exclusivamente centrada en si Batasuna concurrirá a las elecciones municipales y forales del próximo mes, Iñaki de Juana Chaos «salió» ayer de su arresto para emponzoñar un poco más el ambiente. Y sus salidas lo han sido en el más literal de los sentidos, pues el etarra, condenado a tres años de prisión y que se recupera de su huelga de hambre en el hospital de San Sebastián en régimen de prisión atenuada, abandonó el recinto médico los días 10 y 17 de abril para ser atendido por un oftalmólogo y un hosteópata, según explicó ayer Instituciones Penitenciarias, que justificó ambas «escapadas» por «razones médicas», como explicó también el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo.
Amparo legal
El departamento que dirige Mercedes Gallizo afirmó que las salidas tenían las preceptivas autorizaciones tanto de los médicos como de Instituciones Penitenciarias. «Todo recluso, según establece el reglamento, tiene derecho a solicitar consultas privadas si lo considera oportuno y a hacerlas si recibe permiso», como ha hecho en esta ocasión De Juana, explicaron fuentes de Prisiones, que añadieron que se realizaron «con todas las garantías de seguridad» precisas y restaron importancia a que una de ellas se hiciese en un coche particular. «El centro médico consideró innecesario y gravoso su desplazamiento en ambulancia» la segunda vez, detallaron, al tiempo que apostillaron que no hubo merma alguna en la seguridad por esta circunstancia.
De igual modo, los consultados negaron taxativamente que el terrorista hubiese empleado esta circunstancia para hacer compras privadas. «El interno adquirió una serie de productos homeopáticos en el mismo lugar en el que está situada la consulta, sin que se trasladara a ningún otro sitio para ninguna otra compra, ni realizara ninguna otra actividad», explicó Prisiones, que tampoco cree que deba haber polémica porque la novia de De Juana le acompañase. «Si un familiar quiere ir, puede hacerlo. Ninguna normativa lo autoriza, pero tampoco lo niega», explicaron.
A los argumentos de Instituciones Penitenciarias en defensa del procedimiento se unieron las palabras del ministro de Justicia, quien aseguró que el etarra sólo salió por «razones médicas» y siempre con autorización previa. A su llegada a Luxemburgo, donde asiste al Consejo de Justicia e Interior de la UE, Bermejo aseguró que «no sé yo si es trascendente que el coche sea de alguien conocido o no, lo importante es que es una salida por razones médicas con autorización, como no podía ser de otra manera, de Instituciones Penitenciarias», afirmó Bermejo, que insistió en que las expediciones del etarra fuera del hospital responden únicamente a la necesidad de recibir atención médica. En cuanto a si se fue o no de compras con su novia, Bermejo señaló, como Prisiones, que «no le consta» este extremo, pero puntualizó que ese dato «es mucho más periodístico que ir al oftalmólogo».
«Trato de favor»
Las salidas desencadenaron una batería de agrias críticas desde el PP, que no dudó en calificarlas de «vergüenza» y «escándalo». Lo que más ha indignado al principal partido de la oposición es la posibilidad de que el etarra pueda haber aprovechado ambas salidas para hacer compras y que se haya desplazado en su vehículo particular y acompañado de su novia.
Ángel Acebes, secretario general del PP, lamentó que «uno de los terroristas más sanguinarios» en lugar de cumplir condena en prisión «está por ahí de compras y con su novia. Esto es a lo que nos ha llevado el proceso», sentenció. Pero Acebes no fue el único dirigente popular que criticó las escapadas de De Juana. El portavoz parlamentario del partido, Eduardo Zaplana, declaró que las excursiones evidencian que su partido no exageraba cuando denunciaba el «trato de favor» que recibía el recluso, al que «dentro de poco le veremos dando mítines» o, como dijo el secretario de Libertades del PP, Ignacio Astarloa, «pegando saltos cualquier día de estos en actos de Batasuna», según informa Ep.
Las críticas populares, sin embargo, contaron con un insospechado aliado ayer. El dirigente de CiU Josep Antoni Duran Lleida afirmó que el Ejecutivo «no ha liderado bien la situación penitenciaria» del preso. La AVT también se apresuró a censurar la actuación del Gobierno. La asociación que preside Francisco José Alcaraz calificó de «inaceptable» que el preso etarra «goce ya de libertad» y exigió su regreso a prisión «de forma inmediata».
LA RAZON.
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