martes, 10 de abril de 2007

Un miembro del «comando Donosti» avisa de que la banda seguirá la «lucha armada»


El etarra Igor González Sola despejó ayer las dudas sobre la estrategia de la banda terrorista y lo hizo en voz alta en un escenario como la Audiencia Nacional, dejando claro que no cesarán en su actividad criminal hasta que se reconozca «la soberanía de Euskal Herria». En el juicio que se sigue contra los integrantes del «comando Donosti» de ETA desarticulado en 2005, afirmó sin rodeos que la banda terrorista «seguirá ejerciendo la lucha armada, mientras no se reconozca la soberanía de Euskal Herria como nación». Al inicio de su interrogatorio, González Sola reconoció ser militante de ETA y se negó a declarar ante «un tribunal español y fascista».
Al igual que González Sola, Iker Olabarrieta Colorado y Carmelo Laucirica Orive también admitieron su militancia en la banda terrorista y manifestaron estar orgullosos de su pertenencia. Los tres se enfrentan a una petición fiscal de 29 años de prisión por los delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas, tenencia de armas y falsificación de documentos oficiales. En el banquillo de los acusados también se sientan Marta Igarriz Iceta y Jon Koldobika Garmendia, para quienes el fiscal Pedro Rubira pide 26 años de cárcel por los mismos delitos, excepto el relativo a la falsificación de documentos.
Los procesados estuvieron a lo largo de la vista oral conversando en un corrillo entre ellos, lanzando gestos y guiños a sus familiares
y conocidos que se encontraban entre el público, moviéndose por el habitáculo blindado que les separa de la sala y dando la espalda en varios momentos al tribunal, según informa Ep.
Por otro lado, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska decretó ayer el archivo de la causa abierta por un delito de enaltecimiento del terrorismo contra el dirigente de Batasuna Arnaldo Otegi y otros 22 miembros de la formación ilegalizada , en relación con una manifestación que se celebró el 20 de septiembre de 2003 y que se convirtió en un acto de homenaje al etarra Arkaitz Otazua, muerta tras un enfrentamiento con la Ertzaintza.
El juez ha adoptado esa decisión tras recibir una petición en ese sentido de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Sin embargo, en octubre de 2003, el Ministerio Público parecía que no tenía dudas de que las palabras de Otegi en ese acto podían ser constitutivas de delito. En la querella que interpuso ante el TSJ del País Vasco, la Fiscalía relataba cómo Otegi, al finalizar el acto, pidió «respeto» a la figura de Otazua, «abogado con cinco idiomas y que arriesga su carrera profesional por luchar». Las expresiones de Otegi eran contestadas con «vivas a ETA», tras lo cual, «en tono amenazante» retomó su discurso afirmando que «la izquierda abertzale tiene un puño de hierro para todos aquellos que pretendan volver a someter a este país a una terapia que no soluciona el conflicto».
Sin embargo, el pasado 14 de marzo, la Fiscalía de la Audiencia pidió el sobreseimiento respecto a todos los acusados. El juez admite la «duda razonable sobre las expresiones» de Otegi en el citado acto, pero al no haber ninguna grabación que recogiese las palabras del dirigente de Batasuna, lo procedente es archivar la causa. De esta forma, concluye que no está «debidamente justificada la perpetración del delito».

LA RAZON.

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