
El «comando» que iba a actuar en Andalucía y que huyó el pasado jueves disponía de imanes industriales y un telemando, por lo que los expertos antiterroristas dan como seguro que los pistoleros tenían previsto confeccionar bombas lapa activadas a distancia para asesinar a una o varias personas. Se confirma de esta manera lo que ya se sabía tras la desarticulación del «comando Urederra» («Donosti»), que tenía planes para matar a varios agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado y mandos del Ejército.
La bomba-lapa es un artefacto que normalmente se activa mediante un dispositivo antimovimiento. Al ponerse en marcha el vehículo en el que ha sido colocada la bomba, se produce la explosión. Los imanes se adosan a los bajos del coche.
Durante el alto el fuego, la banda ha perfeccionado sus sistemas para matar y uno de ellos, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, ha sido el de las bombas lapas activadas a distancia con telemando. De esta manera, pueden hacer explosionar el artefacto cuando la víctima o sus escoltas revisan el vehículo en búsqueda, precisamente, de artefactos. O, en el caso de las bombas lapa escondidas en los reposacabezas, otra de las innovaciones introducidas por ETA en su arsenal durante la tregua, cuando la persona a la que van a asesinar está ya dentro del coche.
A partir de ahora, reconocen las fuentes consultadas, se introduce un nuevo factor de riesgo difícil de combatir. Este tipo de atentado requiere la presencia en el lugar de los terroristas encargados de accionar el telemando. Las contravigilancias se hacen, por lo tanto, especialmente necesarias, así como los inhibidores, dispositivos con los que se evita que las ondas que emiten los telemandos de los terroristas puedan llegar hasta el receptor que se encuentra en la bomba.
El «comando» que consiguió huir y que, según los datos disponibles, tenía previsto cometer atentados en Andalucía actuando desde una base ubicaba en el sur de Portugal, no se iba a limitar, por lo tanto, a los atentados contra intereses turísticos, sino que iba a perpetrar asesinatos.
A este respecto, las mencionadas fuentes han subrayado la necesidad de que las autoridades no minimicen la peligrosidad de las células etarras y, como ha ocurrido ahora, las den por desarticuladas sin que las Fuerzas de Seguridad hayan acreditado este dato.
Datos de los terroristas
En el vehículo que abandonaron cerca de Ayamonte no se encontraron las pistolas y otras armas que forman parte de la dotación de un «comando». Los terroristas se las llevaron consigo y, en función del riesgo que crean correr, se habrán quedado en su base de Portugal, estarán escondidos en algún punto de Andalucía o habrán emprendido el regreso a Francia. Aunque dejaron abandonado el ordenador en el que, previsiblemente, estaban los objetivos contra los que tenían que atentar, es habitual que los terroristas lleven encima, en una agenda o en un papel, los datos de las acciones criminales que tienen previsto cometer de forma más inmediata. Si han optado por quedarse, son especialmente peligrosos porque querrán hacer una demostración de fuerza después de haber perdido los explosivos.
Las Fuerzas de Seguridad disponen de algunos datos aportados por la empresa de alquiler de coches de Lisboa y por las personas que les vieron tras abandonar el For Focus cerca de Ayamonte. Se conocen bastante bien los rasgos físicos de uno de los pistoleros, el que formalizó el contrato del coche, y se han mostrado a todos los testigos los retratos de los terroristas más buscados.
LA RAZON.
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