
La Guardia Civil ha localizado esta mañana un vehículo cargado con casi cien kilos de explosivos y detonadores abandonado a las afueras de la localidad onubense de Ayamonte e investiga su posible relación con la banda terrorista ETA, según fuentes de la lucha antiterrorista. El coche transportaba material suficiente para realizar varios atentados. En algunas bolsas halladas junto al coche y en el maletero de éste, la Guardia Civil halló 115 kilos de nitrato amónico, otros 15 de polvo de aluminio, 10 temporizadoroes, ocho detonadores, cordón detonante y un aparato emisor-receptor de los que sirven para activar bombas a distancia. El vehículo, que tenía placas de matrícula de Portugal, se encontraba estacionado en un desvío de la autovía A-49, a unos dos kilómetros de la frontera. Las indagaciones de la Guardia Civil sobre el coche han permitido constatar que los terroristas no le habían colocado placas falsas de matrícula, ya que fue alquilado en Lisboa, en los últimos días, según informaron fuentes próximas a la investigación.. Se trata de un vehículo marca Ford Focus familiar con matricula de Portugal 51BX80 y que ha sido retirado en una grúa poco antes de las cuatro de la tarde.
Fuentes de la lucha antiterrorista apuntan la posibilidad de que se tratase de un coche de transporte de ETA y no de un vehículo preparado para hacer explosión.
El director general de la Guardia Civil y Policía, Joan Mesquida, concretó esta tarde que el coche portaba en total 115 kilos de explosivos, de los cuales 100 eran de nitrato amónico y 15 de polvo de aluminio. Asimismo, la Guardia Civil ha localizado en el automóvil 10 temporizadores, un emisor-receptor, 8 detonadores, además de documentación personal.
La hipótesis con la que trabajan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad es que los terroristas se dieron cuenta del control conjunto que la Guardia Civil y Guardia Nacional Republicana habían montando en la frontera hispano-lusa, tras el aviso de un ciudadano que llamó al instituto armado al ver a varias personas merodeando en actitud sospechosa en los alrededores del coche. Por ese motivo, los etarras decidieron abandonar el coche, aunque antes intentaron traspasar el material que llevaban a otro vehículo. Finalmente, por razones que se desconocen decidieron huir.
Mesquida no descartó que los huidos formaran parte de un comando itinerante o que fueran a entregar los explosivos a otros terroristas e insistió en que el automóvil -que probablemente iba precedido por otro vehículo «lanzadera» no estaba preparado para atentar.
Según testigos presenciales, cuando los agentes de la Guardia Civil llegaron al sitio para inspeccionarlo, el vehículo tenía una puerta abierta y en el suelo había varias bolsas con sustancias explosivas.
LA RAZON.
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