La Policía francesa evita que un comando de ETA entre en España

Los tres etarras detenidos ayer en Francia integraban un comando que esperaba las órdenes de los cabecillas para entrar en España y cometer atentados, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas. Se trata de una de las células que la banda ha organizado durante el alto el fuego y que, tal y como adelantó este periódico en su edición del pasado miércoles, se encuentran escondidas en pisos-franco de la organización criminal cerca de la frontera.
Los detenidos han sido identificados como Aitor Lorente Bilbao, Igor Igartua Echevarria y Alaitz Areitio Azpiri. Se ocultaban en un piso de la localidad de Bagneres de Bigorre, que ha sido usada por la banda terrorista para entregar coches-bomba que después han estallado en España. Utilizaban una carretera que conduce a Jaca, Huesca, Zaragoza y, desde allí, a Madrid, Barcelona o cualquier otro punto de la geografía nacional.
Información española
La operación, que ha sido posible gracias a la investigación realizada por la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía, se inició a las seis de la mañana.
Los arrestados tenían una pistola, un artefacto explosivo, documentaciones falsificadas, dinero en efectivo y material para la sustracción de vehículos (unos utensilios que ETA denomina «ziriak»).
La detención de estos individuos es, según las mismas fuentes, una prueba más de que la banda ha utilizado el alto el fuego para reorganizar sus estructuras en Francia. Areitio, Lorente e Igartua pertenecían al «aparato militar» que es el encargado de materializar con atentados la estrategia que fijan los cabecillas de ETA.
Alaitz Areitio, cuya fotografía publicaba LA RAZÓN en su edición del pasado miércoles junto con la de otros etarras buscados por las Fuerzas de Seguridad, fue responsable de captación de nuevos militantes de ETA en Vizcaya. En Francia deberá responder, además de los cargos por pertenencia a banda armada y tenencia de armas y documentación falsa, a otros derivados de haber tiroteado a una patrulla de la Gendarmería cerca de Tarbes el 28 de octubre de 2004. Los agentes intentaron detener a un vehículo y las dos mujeres que viajaban en el turismo respondieron a tiros contra los policías, que resultaron ilesos. Poco después, fue detenida Maite Juarros, como una de las dos miembros de ETA que había atacado a los agentes. La segunda mujer involucrada logró darse a la fuga, pero fue posteriormente identificada como Alaitz Areitio, «Arrano».
Su nombre se relacionó también con la colocación de un coche bomba en el barrio madrileño de San Blas el 25 de mayo del pasado año 2005. Los dos autores del atentado, un hombre y una mujer, fueron sorprendidos por una patrulla de policías municipales de la localidad Valdemorillo cuando estaban preparando el coche bomba en un descampado. «Arrano» fue identificada visualmente por lo que no se tiene la certeza absoluta de que fuera realmente ella.
Aitor Lorente cumplió condena por haber pertenecido al «comando Aragón», aunque tiene una reclamación de la Audiencia Nacional desde principios de año. Fue detenido el 31 de julio de 2000 por el Cuerpo Nacional de Policía en Zaragoza, junto a David Plá, cuando formaba parte de una célula de ETA enviada a esa Comunidad Autónoma para recopilar informaciones. La Audiencia Nacional le condenó el 5 de junio de 2001 a seis años de cárcel por pertenencia a banda armada, después de haber alcanzado un pacto con la fiscalía.
Al cumplir esa pena, se produjo un conflicto sobre su liberación entre los jueces Baltasar Garzón y Santiago Pedraz. El primero decretó su continuidad en prisión por otra causa, la correspondiente al asesinato del presidente del PP de Aragón Manuel Jiménez Abad. Sin embargo, Pedraz anuló la decisión de su compañero y decretó su puesta en libertad el 17 de agosto de 2006. El etarra se dio a la fuga poco después porque, además de esa causa, tenía otra más pendiente de juicio. El 10 de enero pasado, la Audiencia Nacional dictó contra él una orden de busca y captura internacional, informa Vasco Press.
Igor Igartua está acusado de colaboración con el «comando Vizcaya» y se encuentra huido desde hace varios años. Perteneció a Jarrai y después realizó labores de captación para la banda.