Dos presuntos etarras, varones jóvenes, lograron huir de la Gendarmería francesa la madrugada del pasado día 13 al 14 cuando fueron sorprendidos haciendo prácticas de tiro en un bosque del departamento francés de Loir-et-Cher. En su huida, dejaron abandonados papeles con dianas dibujadas y casquillos de 9 milímetros parabellum.
Los dos presuntos miembros de ETA dejaron abandonado un coche robado con placas falsas, en el que los gendarmes hallaron anotaciones en euskera al parecer realizadas por los terroristas. En el vehículo no había sacos de dormir ni armas o documentos de identidad falsificados, elementos propios de la actividad terrorista que se encuentran últimamente en los coches de los etarras, según fuentes de la lucha antiterrorista citadas por Europa Press.
Al ser descubiertos, los etarras huyeron a pie hasta que cerca de allí robaron otro coche en el que no se encontraba su dueño y lograron evadir así a la Gendarmería. Los casquillos encontrados en el bosque muestran que los presuntos etarras hacían prácticas de tiro con pistolas.
Los guardabosques fueron alertados por los disparos y pensaron en un primer momento que se trataba de cazadores furtivos, pero el contenido del vehículo abandonado por los tiradores reveló sus vínculos con ETA, añadió la fuente.
Otro indicio de que ETA continúa sus actividades en Francia es el robo de coches. En lo que va de año, han sido encontrados ya 13 vehículos sustraídos por la banda. El año pasado, ETA alcanzó su récord de robo de coches en Francia con 71 vehículos sustraídos, según las cifras reveladas por la Subdirección Antiterrorista francesa en un juicio a etarras en París el pasado enero.
EL MUNDO
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