
El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, considera que ETA va a volver a matar y que la decisión «está tomada», al margen de que se hayan anulado una parte importante de las candidaturas electorales de su entorno político.
Josu Jon Imaz dijo ayer que «las señales» que ETA «ha lanzado en los últimos meses van en dirección absolutamente opuesta a los deseos de paz que tiene la inmensa mayoría de la sociedad», y recordó la ruptura del alto el fuego el 30 de diciembre del año pasado, con el asesinato de dos personas en la T-4 de Barajas, y la reconstrucción del comando Donosti, «con listas de objetivos, bombas lapa y armas».
El presidente deI PNVseñaló que «los voluntarismos están bien», pero que en política «hay que tener mucho cuidado con ellos y, en ese sentido, las bases sobre las que estaba sustentado el proceso de paz que se inició el 22 de marzo de 2006 están rotas y eso es una realidad objetiva».
El pesimismo del presidente de la ejecutiva del PNV respecto a los planes de ETA no tiene nada que ver, según explicó, con el debate sobre las listas electorales, porque en su opinión la estrategia estaba marcada con independencia de lo que ocurra con las candidaturas.
Cree Imaz que la anulación de las listas de Abertzale Sozialistak y de parte de las de ANV beneficiará a Batasuna, al potenciar su «victimismo», mientras que el entorno político de ETA habría sido «derrotado» por «cerrar los ojos tras el atentado de Barajas y someterse a la estrategia» de la banda terrorista.
Enfrentamiento electoral
En un momento de especial enfrentamiento entre el PNV y Batasuna, que van a competir electoralmente el próximo día 27, Imaz dijo que las críticas que recibe su partido por parte de ETA y su entorno político se deben a que «el PNV es el espejo del fracaso del mundo de Batasuna y ETA».
Según el dirigente del PNV, su partido ha dejado claro que «este país se tiene que construir entre todos haciendo política, pero que, para ello, es absolutamente indispensable que los que tomaron un determinado camino de violencia lo abandonen».
«Esta es la regla básica, la regla de juego y el límite que el PNV ha establecido a este proceso y esto parece que, evidentemente, les duele», dijo Imaz, quien también recordó que su partido ha denunciado «constantemente la incapacidad política de Batasuna de dar respuesta a ETA».
Oxígeno para Batasuna
Al dirigente del PNV le preocupa, no obstante, que «hace unas semanas la percepción social fuera que Batasuna era un barco a la deriva que hacía agua por todas las esquinas, en la medida en la que había sido incapaz de rechazar el atentado de Barajas y había mostrado una actitud política de falta de audacia y de sumisión total a la estrategia de ETA», y en estos momentos el debate esté centrado en sus candidaturas electorales, «admitiéndoles un cierto discurso victimista».
ABC.
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